Estás estudiando y justo suena tu teléfono móvil. Lo ignoras pero al cabo de unos segundos desistes y miras el mensaje, no es nada importante. A tu mejor amigo le pareció muy gracioso el ‘meme’ que te acaba de robar la concentración. ¿Te suena conocido? Sabemos que es muy fácil perderte en el camino, por eso te dejamos estos son 5 hábitos que te ayudarán a mejorar tu vida como estudiante de bachillerato, licenciatura y/o posgrados.
Primero lo primero, tienes que construir una rutina diaria. ¿De qué te estoy hablando?, agenda de estudio, materiales, tiempo y concentración.
Domina tu estilo de aprendizaje.
Los seres humanos somos distintos, solo que nos cuesta aceptarlo. Durante años nos hemos obligado a estudiar a ciertas horas, de ciertas maneras, sabiendo que, posiblemente, eso no funcione igual para todos. Y está bien.
Así que independientemente de que estudies ingeniería, comunicación o arte; es normal que algunas personas manifiesten su etapa de mayor apertura mental por la mañana, otras lo hacen por la tarde y finalmente están las nocturnas. ¿Cuál es tu mejor momento para estudiar? Determínalo, y úsalo. El secreto está en la productividad.
Por otro lado, pregúntate: ¿cuál es el mejor método de estudio para mí? algunos estudiantes afirman que escribir, diagramar, hacer mapas mentales, entre otros, les ayuda a estudiar de una manera más optima. A otros les beneficia escuchar música, dar discursos, etc.
Establece metas de estudio realistas.
Cuando la meta es desproporcionada en cuestiones de tiempo y capacidad, vas a tender a sofocarte. Sabrás, aún antes de empezar, que no lograrás la meta y por tanto, que fracasarás. ¿Qué puede ser peor para un estudiante? La falta de motivación es el enemigo número uno en el camino por lograr objetivos.
Para poder crear metas de estudio, debes realizar un análisis introspectivo sobre tus hábitos de estudio. ¿No sabes cómo hacerlo?, pues mira, responde a estas preguntas:
- ¿Cuánto tiempo diario le dedicas a estudiar?
- ¿Te parece que es suficiente tiempo?
- ¿Es efectivo?, ¿Cómo son tus calificaciones?, ¿te agradan?
- ¿Cuáles son las materias que te dan más dificultad?
- ¿A qué hora estudias?, ¿estás alerta y con energía en ese momento?
Y sobre todo:
- ¿Cuál es tu prioridad?
Una vez que respondas esas preguntas, tendrás una visión más clara respecto a tiempo de estudio, materias que necesitan más atención, entre otras. En la vida todo es cuestión de organización.
El estudio debe ser parte de tu rutina diaria.
Primero, este enunciado no es igual a decir que debes estudiar durante largas horas todos los días. Al contrario, como lo hemos dicho antes, cada persona es distinta. Si te funciona estudiar por las mañanas, hazlo. Si te va bien estudiar durante cortos periodos de tiempo, ¡bien! Todo depende de ti. Lo importante es que, en cualquier caso, el estudio forme parte de la rutina, sin importar el cómo.
La constancia, como la organización, es clave. Mira tu agenda, ten en cuenta eventos especiales que puedan presentarse en el mes: bodas, cumpleaños, u otros, canaliza esos días libres con otros de actividad. Mantén el equilibrio.
Crea una ‘zona de estudio’.
Lo creas o no, lo que te rodea tiene mucha influencia en ti y en tu concentración. A algunas personas les gusta estudiar en lugares silenciosos, otras prefieren lugares con un poco de ruido al fondo. Hay quienes pueden estudiar en casa y hay otras a las que eso les dificulta el compromiso, porque unen algunos deberes del hogar con los educativos.
Tanto las Bibliotecas, las cafeterías, como los lugares de Coworking, son opciones excelentes para estudiar. Eso sí, asegúrate de que si vas a estudiar afuera, lleves contigo todo lo necesario. Si te quedas en casa, hazle saber a los demás que estarás estudiando, para que así procuren no interrumpirte.
Usa laptos y teléfonos móviles con sabiduría.
Sabemos que de vez en cuando será necesario investigar en Google; no obstante, y esto es independiente del lugar en donde estés, no permitas que los aparatos electrónicos te roben tiempo valioso. Porque al final del día alargarás las horas de estudio, te estresarás y no cumplirás con las metas que estableciste.
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